
La Librería De Los Mundos Olvidados
En un callejón escondido de la ciudad, había una librería que solo aparecía para aquellos que realmente la necesitaban. Su nombre era "El Rincón de los Mundos Olvidados", y su dueña, una mujer llamada Selene, decía que cada libro en sus estantes contenía un mundo que alguien había dejado atrás.<br>Un joven llamado Leo, perdido y sin rumbo, encontró la librería una tarde lluviosa. Selene lo recibió con una sonrisa y le dijo: "Aquí, los libros eligen a sus lectores". Leo caminó entre los estantes hasta que un libro viejo y polvoriento cayó a sus pies. Al abrirlo, se encontró inmerso en un mundo donde él era el héroe de su propia historia.<br>Cuando cerró el libro, horas después, se sintió transformado. Selene le dijo: "Los mundos olvidados siempre están esperando a que alguien los recuerde". Leo salió de la librería con una nueva perspectiva, llevando consigo el libro que le había devuelto la esperanza.

La Librería De Los Finales Alternativos
En un callejón escondido entre dos edificios modernos, existía una librería que no aparecía en ningún mapa. Su escaparate mostraba libros con títulos inquietantes: "Cómo hubiera sido si le decías que sí", "La vida que perdiste por miedo" o "El beso que nunca diste". La dueña, una mujer de edad indeterminada llamada Señora Lumen, solo permitía entrar a quienes llevaban "un arrepentimiento lo suficientemente pesado". Daniel, un pianista que abandonó su carrera por inseguridad, entró una tarde de lluvia. "Quiero saber cómo sería mi vida si hubiera tocado en Viena aquel año", susurró. La Señora Lumen le entregó un libro delgado. Al abrirlo, Daniel vivió esa realidad alternativa: el aplauso del público, las giras internacionales, la versión segura de sí mismo que pudo ser. Pero cuando cerró el libro, descubrió la trampa: cada página le había robado un recuerdo de su vida actual. "Los finales alternativos se alimentan de los presentes que desprecias", advirtió la mujer mientras lo expulsaba. Daniel corrió a su casa, abrazando con alivio las fotos de su esposa e hijos... esos que jamás hubiera conocido en otro camino.