Después de una fiesta con sus compañeros de trabajo, el protagonista se da cuenta de que una de sus colegas, una mujer casada, parece comportarse de manera diferente. Ella, al parecer afectada por el alcohol, muestra una actitud más abierta y cercana hacia él, lo que crea una sensación de incomodidad. El protagonista, aunque sorprendido, nota que hay una conexión entre ellos, pero se siente conflictuado por el hecho de que ella está casada. A pesar de sus reservas, él no sabe cómo manejar la situación, ya que la mujer continúa mostrando un interés que va más allá de lo profesional. Mientras él trata de mantener una distancia respetuosa, la mujer parece más dispuesta a seguir conversando y buscando su atención. Este comportamiento pone al protagonista en una posición difícil, pues se enfrenta a una tensión interna entre sus principios y las señales que recibe de ella. La situación genera una reflexión sobre los límites en las relaciones laborales y la complejidad de las interacciones humanas cuando se cruzan los límites profesionales.