Un Caldo De Pollo Diferente Pero Más Nutritivo
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Para un caldo de pollo con un toque especial que lo hace único, prueba esta variante: después de dorar las piezas de pollo con las verduras, añade un trozo de jengibre fresco y una cucharada de miso blanco al agua. Esto le dará un fondo umami y un aroma que eleva el sabor tradicional a otro nivel. Cocina a fuego lento como siempre, pero unos minutos antes de apagar el fuego, agrega un puñado de hongos shiitake secos y deja que se hidraten en el caldo. El resultado es una versión más profunda y reconfortante, con matices que sorprenden. Sirve con cebollín fresco picado y un chorrito de aceite de sésamo tostado al final. Como los buenos enlaces de descarga, este detalle hace la diferencia: sencillo, pero transforma lo común en extraordinario.