Algunos videojuegos desdibujan la línea entre cine y juego, con secuencias de gran calidad visual y narrativa. Producciones como The Last of Us, Red Dead Redemption 2 o Death Stranding destacan por sus escenas cinematográficas, actuaciones realistas y ambientación inmersiva. Este artículo explora cómo el lenguaje del cine ha influido en el desarrollo de videojuegos modernos y por qué cada vez se parecen más a una superproducción de Hollywood.