Desde los primeros títulos con gráficos rudimentarios hasta las experiencias de terror hiperrealistas de hoy en día, los videojuegos de horror han evolucionado enormemente en las últimas décadas. Clásicos como Resident Evil, Silent Hill y Fatal Frame marcaron la pauta con mecánicas innovadoras y atmósferas inquietantes. En la actualidad, juegos como Outlast, Phasmophobia y The Medium han llevado el terror a nuevas alturas, aprovechando la tecnología moderna para ofrecer entornos más realistas, efectos sonoros envolventes y narrativas que juegan con la mente del jugador. La industria del horror en los videojuegos no solo se ha refinado con gráficos impresionantes, sino que también ha explorado nuevas formas de asustar a los jugadores, desde la realidad virtual hasta la inteligencia artificial avanzada que adapta el miedo a cada usuario.