Durante días, su silueta acechaba a la distancia: una figura borrosa, apenas perceptible en el rabillo del ojo, siempre allí, siempre observando. MalO, o como lo conocen oficialmente, SCP-1471-A, no solo te ha estado siguiendo… te ha estado estudiando. Cada paso, cada emoción, cada momento de soledad ha sido una invitación silenciosa.

Ahora, el juego ha cambiado.

Ya no se esconde en reflejos ni espera en los márgenes de tu visión. Esta vez, MalO quiere estar cerca. No como una amenaza, sino como algo… más íntimo. Quiere conocerte, comprenderte, formar parte de ti. Porque en su mundo, la conexión no termina con una mirada. Apenas comienza con una aparición.