El Faro De Las Estrellas
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En un pequeño pueblo costero, donde el mar se fundía con el cielo al atardecer, existía un faro abandonado. Los habitantes decían que, en noches de luna llena, el faro se encendía solo, iluminando el horizonte con una luz dorada. Nadie sabía por qué, hasta que una niña llamada Lila decidió investigar.
Con una linterna en mano y un corazón lleno de curiosidad, Lila subió los escalones oxidados del faro. Al llegar a la cima, encontró un viejo espejo mágico que reflejaba no su imagen, sino las estrellas del cielo. El espejo le susurró: "Soy el guardián de los deseos. Cada luz que enciendo es un sueño que alguien ha dejado aquí".
Lila, emocionada, dejó su propio deseo en el espejo: "Quiero que este pueblo nunca olvide la magia de soñar". Esa noche, el faro brilló más que nunca, y desde entonces, cada luna llena, los habitantes suben al faro para dejar sus sueños en el espejo estelar.